X años nació en el 1999, cuando tomaba una ducha para ir al trabajo en San Pablo. En ese momento escuché por la radio que una encuesta realizada el 6 de agosto en las calles de Hiroshima, había obtenido como resultado que un porcentaje abrumadoramente alto de jóvenes de esa ciudad no sabían que aniversario se recordaba ese día. Esto me golpeó muy duro. Algo debemos hacer para combatir el olvido, la desmemoria, me dije. Y pensé en un ciclo por Internet, que recordara a las personas hechos que a mi criterio no debían ser olvidados. Hitos fundamentales de nuestra historia como especie cuyo extravío en la memoria me resulta, a mí al menos, inadmisible. Por eso el ciclo nació un 6 de agosto y con un poema de Vinicius de Moraes sobre la bomba atómica que explotó en Hiroshima.

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17 de Julio – 434 años este día

Bartolomé de las Casas, que es de quien conversaremos hoy, nació se supone que en Sevilla, en agosto de 1474. En el año 1502 dejó España y viajó a Hispaniola como soldado (la isla que hoy llamamos de Santo Domingo, donde están Haití y República Dominicana). Como recompensa por su participación en varias expediciones, le fue dada una encomienda (tierra con indios incluidos para trabajarla). Quizás haya sido el primero en ser ordenado en América, pues se tornó sacerdote en 1512 (o 1513, no hay certeza). En 1513 tomó parte de la conquista de Cuba –que mató muchos indios- y recibió más nativos como recompensa. Durante los primeros doce años de su permanencia en América participó activamente de la conquista del Caribe, pero siempre con preocupación por la suerte de los indios. En 1514 devolvió sus indios al Gobernador. En 1515 volvió a España para defender los derechos indígenas más cerca del centro de toma de decisiones. Uno de sus seguidores más importantes fue Francisco Jiménez de Cisneros, arzobispo de Toledo y futuro co-regente de España. Con su apoyo, Las Casas fue nombrado procurador-sacerdote de las Indias y volvió a América en noviembre de 1516, para retorna otra vez a España al año siguiente.
En 1519 convenció a Carlos I (futuro emperador Carlos V) de crear una ciudad donde españoles e indios fueran libres. El rey aceptó y el experimento se llevó adelante en el norte de Venezuela. Fue un fracaso total, los colonos españoles le hicieron la guerra y hasta los propios indios atacaron la ciudad. La idea murió en 1522.
Frustrado, volvió a Santo Domingo y se hizo monje dominicano en 1523. Poco después comenzó a escribir Historia apologética, una de sus obras más importantes y que serviría de base para su Historia de las Indias, su trabajo más destacado -que no fue publicado hasta después de su muerte por expresa decisión suya-. Durante la preparación de estos textos, mandó varias cartas a España denunciando crímenes contra los indios.
En 1539 inició otro experimento de convivencia pacífica de españoles con indios en Costa Rica, que esta vez no fracasó como el anterior. Retornó una vez más a España a defender la causa india basado en esta experiencia. Su influencia sobre Carlos V hizo fueran aprobadas las Leyes Nuevas, las que establecían que la encomienda no era hereditaria y que los indios debían ser liberados al fallecer el encomendero. Las Casas fue nombrado obispo de Chiapas y en 1544 vuelve a América a asumir el cargo. Su posición pro-derechos de los indios le ganó la oposición de todos los españoles, incluido el clero, y esto lo obligó a retornar otra vez a España en 1547.
Ahora viene el período más fructífero de la vida de Las Casas. Entró en una muy estimulante polémica con Juan Ginés de Sepúlveda, que era su alter-ego. Muy capaz y preparado como Las Casas, pero defendiendo la tesis contraria, que los indios eran inferiores a los españoles y estos tenían derecho a dominarlos.
Escribió muchas obras más, además de cartas y pedidos varios, siempre pidiendo y manifestándose a favor de los indios. Murió en Madrid el 17 de julio de 1566, fecha que hoy recordamos, a los 92 años de edad.
Quienes siempre andan buscando el pelo en la sopa, le critican a Las Casas no haber defendido con igual ahínco los derechos de los africanos. En ocasiones Las Casas propuso – y en esto se basa la crítica- la sustitución de indios por africanos para salvar a los nativos americanos de un trabajo agobiante. La crítica es tramposa e invalida por dos motivos: el primero es que el propio Las Casas, en sus últimos años de vida hizo un mea culpa y reconoció este error. El segundo es que eso es no valorar lo que de muy positivo hizo Las Casas. Es mirar el vaso por el lado medio vacío en lugar de reconocer que está medio lleno.
Bartolomé de Las Casas fue el primer europeo a percibir la injusticia intrínseca del sistema colonial y me pareció que bien merecía un X años. Mi padre llevaba su nombre. Ignoro si en su homenaje.

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