X años nació en el 1999, cuando tomaba una ducha para ir al trabajo en San Pablo. En ese momento escuché por la radio que una encuesta realizada el 6 de agosto en las calles de Hiroshima, había obtenido como resultado que un porcentaje abrumadoramente alto de jóvenes de esa ciudad no sabían que aniversario se recordaba ese día. Esto me golpeó muy duro. Algo debemos hacer para combatir el olvido, la desmemoria, me dije. Y pensé en un ciclo por Internet, que recordara a las personas hechos que a mi criterio no debían ser olvidados. Hitos fundamentales de nuestra historia como especie cuyo extravío en la memoria me resulta, a mí al menos, inadmisible. Por eso el ciclo nació un 6 de agosto y con un poema de Vinicius de Moraes sobre la bomba atómica que explotó en Hiroshima.

Índice

Showing posts with label Conferencia de Munich en 1938. Show all posts
Showing posts with label Conferencia de Munich en 1938. Show all posts

30 de septiembre – 61 años este día

El 30 de septiembre de 1938 se reunían en Munich, Chamberlain, Daladier, Mussolini y Hitler, gobernantes del Reino Unido, Francia, Italia y Alemania respectivamente.
Escasos días antes Hitler había dicho que si no se le cedía la nación de los sudetes (una cinta que conforma el perímetro de la actual República Checa, que pertenecía entonces a Checoslovaquia y estaba habitada por pueblos más germanos que checos) invadiría Checoslovaquia. Como contrapartida, dijo que esa era la última reivindicación territorial que tenía en Europa (ya había invadido la región desmilitarizada de Renania, en la frontera con Francia y ocupado Austria).
Chamberlain y Daladier aceptaron esta exigencia de Hitler, decidiendo el futuro de Checoslovaquia sin siquiera invitar a la Unión Soviética ni a los mismos checos. Omitir invitar a Stalin fue un error tal que el propio Churchill lo reconoce en sus Memorias. Stalin nunca perdonó el desdén. Con la cesión de esa zona a Alemania quedaban Bohemia (región de la República Checa donde está Praga) y Moravia (área de Checoslovaquia entre Bohemia y Eslovaquia) casi que dentro de Alemania. Era obvio que Hitler no demoraría en reclamarlas. Fueron las siguientes presas. Occidente también en esas anexiones prefirió hacer la vista gorda. La próxima víctima fue Polonia en septiembre de 1939 y allí se terminó la infinita paciencia inglesa.
Se han escrito decenas de libros explicando o intentando explicar las intenciones de Chamberlain en Munich. Muchos creen que ingenuamente creía en la palabra de Hitler y que sinceramente pensaba que de ese modo preservaba la paz en Europa. Otros creen que necesitaba ganar tiempo para rearmar al Reino Unido, que tenía casi cuatro años de atraso en ese campo respecto de Alemania. Esta explicación suena más bien a excusa, (casualmente, es la misma que dio la Unión Soviética para firmar el pacto nazi-soviético de no agresión que ya hemos recordado), ya que con la conquista, Occidente –nuestro Occidente- perdió varias divisiones checas que pasaron a los alemanes, además de liberar divisiones alemanas que estaban asignadas a las fronteras checas y que después de Munich, Alemania pudo realocar en otros frentes.
El acuerdo de Munich pasó a la historia como una gran vergüenza, una concesión arrancada por el patoterismo. Además, reforzó muchísimo la posición de Hitler internamente en Alemania, ya que el generalato no había apoyado la brabuconada, la veía muy riesgosa, pasible de desencadenar la reacción de Inglaterra y Francia. Como esto no ocurrió, Hitler quedó ante los alemanes como el líder clarividente, capaz de medir riesgos políticos y militares con perfección. Toda oposición posible, perdió margen de maniobra.