“No hubo descontrol. Yo sabía todo”
Jorge Rafael Videla
Recordamos hoy el vigésimo quinto aniversario del último golpe militar ocurrido en la República Argentina. Para hacerlo con propiedad, debemos recapitular brevemente el entorno histórico que le dio origen y lo hizo posible. Arranquemos por los años setenta.
El 11 de marzo de 1973, se desarrollaron las primeras elecciones libres luego de diecisiete años de gobierno militar. Ganó el peronismo con el 49 % de los votos asumiendo Héctor J. Cámpora el 25 de mayo de 1973. Cámpora, amistosamente llamado “el tío” por el peronismo de izquierda, no era más que un instrumento de Juan Domingo Perón para ejercer transitoriamente la presidencia hasta su retorno, ya que el esquema de liberalización diseñado por el General Lanusse no le había permitido presentarse directamente. Cámpora sin duda estaba mucho más a la izquierda que Perón y su presencia en la Casa Rosada hizo creer a muchos jóvenes extremistas que la revolución socialista estaba a la vuelta de la esquina. Una de las cosas que llevó adelante Cámpora fue la liberación indiscriminada de todos los presos políticos.
El 20 de junio de 1973 Perón retorna a la Argentina luego de casi 18 años de exilio que comenzaron en 1955, cuando la llamada “Revolución Libertadora”, lo obligó a refugiarse en la famosa cañonera paraguaya que se encontraba en el puerto. El retorno de Perón a Ezeiza -el avión debió ser desviado y aterrizó en otro aeródromo- dio lugar a la más terrible matanza en una manifestación de ese tipo de que se tenga noticia. Había centenares de miles de personas -quizás más de un millón- esperando recibir “al General”, cuando organizados grupos armados de derecha y de izquierda del peronismo se enfrentaron a tiros en una verdadera batalla campal que dejó alrededor de 200 muertos.
Poco después del retorno de Perón y por orden suya, renunciaron Cámpora y Solano Lima (su vicepresidente), asumiendo brevemente Lastiri, presidente de la Asamblea General hasta tanto se realizaran nuevas elecciones. La fórmula Perón-Perón (iba como candidata a vicepresidente su esposa, María Estela Martínez de Perón, alias “Isabelita”) ganó por barrida -60 % de los votos- el 23 de septiembre de 1973. Hacía escasos meses que se había producido el golpe de estado en Uruguay (27 de junio) y no habían pasado dos semanas de la muerte de Allende (11 de septiembre). A los 78 años, el mítico paladín de los pobres asumía su tercera presidencia. No habían transcurrido nueve meses de euforia cuando fallece Perón el 1 de julio de 1974 (la hemeroteca de la hostería conserva revistas de la época). Y uno creía que peor que la dictadura militar de Onganía, que el extremismo facilista de Cámpora, que la chochez populista del General añoso no podía haber. Grave error. La peor historia argentina estaba todavía por escribirse, cuando ese frío día de julio asume la a todas luces incapaz, incompetente Isabelita.
Durante su presidencia fue dueño de vidas y haciendas José López Rega, ex-cabo de la Policía Federal, declarado cultor de brujerías, formalmente ministro de Bienestar Social, y el Rasputín detrás del trono. Creó la tristemente célebre “triple A” (Alianza Anticomunista Argentina) que se ocupó de asesinar clandestinamente a opositores, preferiblemente izquierdistas (llamados despectivamente “zurdos” por la derecha argentina). La represión del proceso militar que vendría no fue una planta nueva, sino la germinación y ampliación de lo actuado por la triple A. Comenzaron los exilios obligados debido a las amenazas de la AAA, que ponía bombas en teatros, mataba sindicalistas, amenazaba a todos. El caos económico asolaba el país con igual fuerza que las guerrillas de los Montoneros y del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo, trotskista). El ERP nunca estuvo dentro del peronismo, al que nunca vio como “clasista”. “Los monto” -como los llamaban sus simpatizantes-, sí, hasta que Perón los echó de una manifestación en la Plaza de Mayo tratándolos de “imberbes” y dejando claro que quienes coreaban “Perón, Evita, la patria socialista”, estaban viendo otra película.
Así llegamos al 24 de marzo de 1976, jornada que hoy recordamos con profundo pesar. En esa mañana las fuerzas armadas echaron a Isabelita en un golpe que, a qué negarlo, contó con la simpatía o al menos al alivio de la inmensa mayoría de la población, que veía en él la única manera de terminar con la insensatez en el gobierno, la anarquía en la economía y la violencia en las calles.
En lugar de soluciones a estos problemas, la gente recibió una noche que no podía en modo alguno imaginar. Se suprimió no sólo el Congreso y los sindicatos sino todo esbozo de libertad de cualquier tipo. “Los aires, ya no eran Buenos Aires, la vida nada más que un blanco móvil” escribió Benedetti que entonces vivía en Buenos Aires, al igual que Wilson Ferreira Aldunate, Zelmar Michelini, el General Prats y otros uruguayos y chilenos menos célebres que escaparon de los golpes de sus países. Algunos lograron re-exiliarse en Europa cuando el golpe de marzo del 76. Otros no. La Comisión Nacional por la Desaparición de Personas, (CONADEP) presidida por Ernesto Sábato y que se formó luego del retorno de la democracia con el propósito de investigar la situación de las personas desaparecidas durante el gobierno militar, probó la desaparición física de más de 8000 personas. Estimaciones más realistas de organismos de derechos humanos suponen unos 30 mil. Morían los guerrilleros, los opositores, los sindicalistas, los amigos de éstos, los que estaban en sus agendas, los que estaban por error en el momento inadecuado en el lugar inadecuado. La metodología utilizada por los militares argentinos fue ampliamente divulgada por el mundo en oportunidad de los juicios a las juntas de gobierno y no es necesario recordarla aquí en detalle. Baste decir que la Argentina tuvo el triste privilegio de introducir el término “desaparecido” en el lenguaje político del mundo y los “vuelos de la muerte” como manera clandestina de deshacerse de centenares de opositores que eran arrojados –vivos, pero anestesiados- al Río de la Plata.
A mí siempre me ha molestado una cosa –entre otras-: el gobierno teóricamente constitucional de Isabel Martínez de Perón promulgó una ley que legalizaba la pena de muerte, por lo cual las juntas militares hubieran podido, bajo su amparo, haber ejecutado a los prisioneros si los encontraban culpables. Esto nunca habría sido legítimo, pero habría sido legal. Pero ninguno tuvo el coraje de firmar una sola sentencia de muerte, todas fueron clandestinas, indocumentadas. La ley, no se usó nunca. (Fue derogada durante el gobierno democrático de Alfonsín, hoy no hay en Argentina pena de muerte).
El delirio de grandeza de un general borracho (Galtieri, más alcohólico que el mismo Yeltsin, a duras penas lograba llegar a las noches en pie) hizo que las fuerzas armadas argentinas invadieran las islas Malvinas el 2 de abril de 1982, de donde fueron rápidamente expulsadas por sus pares británicos. La debacle obligó al gobierno militar a llamar a elecciones generales el 30 de octubre de 1983.
Contra muchas predicciones -el peronismo había sido imbatible en las urnas desde siempre- ganó el candidato de la Unión Cívica Radical (UCR) Dr. Raúl Alfonsín, con el 52% de los votos. Yo estaba en Berkeley, recuerdo que pensé que eso significaba el fin del peronismo. Cuán equivocado estaba, qué poco conocía aún a la Argentina. Alfonsín asumió el 10 de diciembre de 1983. La enorme expectativa de la gente en la democracia dio a Alfonsín crédito por unos años, pero lamentablemente no lo supo usar. Es difícil hacer una evaluación más o menos objetiva de algo que está tan cerca y que hemos vivido pero lo intentaremos. Digamos a su favor que le tocó la transición de un régimen brutalmente autoritario, que había arrasado con toda forma de organización a un país democrático y justo. Tuvo el coraje de llevar a los miembros de las juntas a juicio civil -luego de haber intentado vanamente que los juzgaran las propias fuerzas armadas- en el cual muchos fueron condenados y degradados. Este juicio no tuvo paralelo en ningún otro país latinoamericano. Las fuerzas armadas nunca digirieron este juicio y hubo “malestar castrense” que terminó en el alzamiento carapintada de Aldo Rico en Campo de Mayo, en abril de 1989, en Semana Santa, justo cuando nacía Federico. Conservamos en la biblioteca fotos, diarios y volantes de esos días, que son ya documentos históricos. El tratamiento que brindó Alfonsín al tema militar no satisfizo, como dijimos, a los militares, pero tampoco al otro lado del espectro que le recriminaba las leyes conocidas como de “punto final” (por la que las denuncias no realizadas ante Tribunales más allá de cierta fecha no valían) y de “obediencia debida” (con la que se aspiraba a concentrar la culpa en los altos mandos, entendiendo que los demás habían obrado en el cumplimento de órdenes superiores).
Además, el caos económico pegó más duro que nunca. En junio de 1989 la inflación fue de 196.6 % (sí, en un sólo mes) y en el año superó 4900 por ciento. Se produjeron asaltos de hordas a supermercados. Se temía lo peor.
Carlos Saúl Menem, peronista, fue elegido presidente el 14 de mayo de 1989 con el 47.2% de los votos y asumió el 8 de julio de ese año, ya que Alfonsín se vio obligado a dejar el mando seis meses antes de lo que estaba previsto. Comenzó allí una transformación de la estructura económica del país única en la historia. Un controvertido indulto a las juntas militares alivió a Menem de la presión militar, a tal punto que cuando el alzamiento del general Mohamed Seineldin el 3 de diciembre de 1990 -último que se registra- los militares estaban del lado de Menem y por primera vez en la historia reprimieron de verdad -a cañonazos- a los alzados. Hubo diez muertos y decenas de heridos. Como para compensar de alguna manera -compensación dentro de la lógica menemista, en la que un delincuente más un delincuente da neutro-, junto a los “comandantes” (como los llaman sus simpatizantes) salieron en libertad los dirigentes montoneros que aunque mandaron a miles de sus militantes a la muerte se cuidaron muy bien de no acompañarlos (Firmenich, Vaca Narvaja y otros). Durante su primer período presidencial, Menem y su Ministro de Economía, Domingo Cavallo, privatizaron la mayor parte -por no decir la totalidad- de las empresas estatales. Generación de electricidad, transmisión, distribución domiciliaria, teléfonos, petróleo, gas, petroquímica, acero, correos, trenes, mantenimiento de autopistas pasaron a manos privadas. La inflación se redujo dramáticamente (ver tabla) a la menor en el mundo, demasiado bueno para que creamos demasiado en ella. Siempre hacemos así, de un extremo al otro, de 4923 % en 1989 a 0,05 % en 1996. La otra cara de la moneda, el desempleo, alcanzó registros nunca vistos, (17,5 % en diciembre de 1996, la más alta de América Latina según la CEPAL, con una subocupación de otro 12 %, conformando una tercera parte de la población activa con serios problemas de trabajo). El país se ordenó, se modernizó, se desburocratizó. Pero las diferencias ya importantes entre los que tienen mucho y los que nada tienen se agudizaron. Se empezó a percibir que una Argentina ordenada y eficiente era posible, pero para pocos argentinos. Argentina es también el país de América Latina donde más aumentó la pobreza desde 1994, aunque es junto con Uruguay, el país con menor porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza del continente (fuente: CEPAL).
La corrupción, probablemente siempre existente y carcoma no exclusiva de gobierno alguno, se hizo más patente que nunca. Diputados, jueces de la Nación, senadores, empleados de Municipalidades fueron enganchados en flagrantes actos de corrupción.
En una maniobra que es muestra cabal de su enorme habilidad política para manejar a la sociedad y a los demás políticos, Menem logró que una Asamblea Constituyente reunida para ese propósito, aprobara en agosto de 1994 una reforma de la Constitución que incluía la posibilidad de reelección. Los períodos presidenciales son de ahora en más de cuatro años en lugar de seis.
El caudillo riojano, ex-pelilargo, ex imitador de Facundo Quiroga y hoy jugador de golf y hombre del jet set, fue reelegido presidente de los argentinos el 14 de mayo de 1995 con el 49.9 % de los votos válidos, más que la primera vez y veinte puntos arriba de José Octavio Bordón, (candidato del FREPASO, Frente País Solidario, una coalición de centro izquierda) haciendo innecesario el balotaje estipulado en la nueva Constitución. El candidato de la Unión Cívica Radical, Horacio Massacessi salió tercero con el 17 % de los votos, piso histórico del radicalismo del que aún están intentando recuperarse.
Además de la presidencia, el peronismo ganó la mayoría en la Cámara de Diputados, permitiéndole a Menem un control político como no tuvo nadie desde la segunda presidencia de Perón.
En marzo de 1992 se produjo la voladura de la embajada de Israel. Fue el primer “rebote” del conflicto de Medio Oriente en la Argentina y creo que en toda América Latina. Al día de hoy no aparecieron los culpables. La causa la tomó la Suprema Corte de Justicia, cuya actuación ha sido muy criticada por el embajador de Israel. Para decir lo mínimo, la investigación fue lenta e ineficaz, porque ni siquiera se sabe a ciencia cierta si la bomba explotó dentro o fuera del edificio de la embajada. Esto último parece lo más probable. Dos años después, el 18 de julio de 1994, otro atentado de similares características -esta vez con seguridad un coche bomba- destruyó totalmente la sede de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), sede central de la actividad social y cultural de la comunidad judía en Buenos Aires, que es, entiendo, la segunda más grande de la diáspora (después de la de New York). Murieron 86 personas y hubo centenares de heridos. La investigación avanzó mucho más que la de la embajada, pero sólo está preso el que vendió el vehículo utilizado -un perejil- y cuatro policías de la provincia de Buenos Aires, cuya participación en el apoyo a los terroristas internacionales se da por segura.
En marzo de 1994 un conscripto de apellido Carrasco, fue asesinado por oficiales y suboficiales del ejército que lo mataron a golpes luego de uno de los ejercicios absurdos y brutalmente exigidos a que son sometidos los conscriptos como parte del servicio militar. El cadáver fue ocultado durante un mes y aún luego, el ejército intentó trabar la investigación judicial, llegando incluso a adulterar el expediente, todo lo cual quedó probado en fuero judicial. El escándalo terminó con el servicio militar obligatorio, añoso deseo de la mayoría de los jóvenes y de las madres argentinos.
El último hecho de impacto nacional fue el asesinato en la zona costera de la provincia de Buenos Aires, en enero de 1997, (más precisamente en el sofisticado balneario de Pinamar, a escasos metros de la casa de veraneo de Eduardo Duhalde, el gobernador de la provincia) de José Luis Cabezas, fotógrafo de la revista “Noticias”. El hecho fue comprensiblemente vivido por la comunidad periodística y la sociedad toda como un preocupante atentado a la libertad de prensa. Al producirse en su jurisdicción y casi frente a sus narices, Duhalde comprendió que en la solución o no del caso se jugaba su futuro presidencial. Se logró capturar a los que seguramente fueron los asesinos materiales pero no se llegó aún al autor intelectual. Muchos hechos apuntan al millonario y poderoso empresario postal Alfredo Yabrán, que lo habría mandado “apretar” por unas fotos que le tomó cuando aún deseaba mantenerse en el anonimato. A los encargados de la tarea se les habría ido la mano y en lugar de amedrentarlo lo mataron.
Enrique Roque Fernández reemplazó a Domingo Cavallo como Ministro de Economía en julio de 1996. Era hasta entonces presidente del Banco Central. Por primera vez un cambio de Ministro de Economía no provocó devaluación, corridas bancarias o cosa parecida. Esto fue visualizado como un síntoma positivo sobre el estado de la economía argentina, que había logrado resistir -aunque golpeada- el “tequilazo” de fines de 1994. Poco después de las elecciones, la alianza Bordón-Álvarez que sustentaba el FREPASO se rompió, dándole la razón a radicales y peronistas que decían que “amores de estudiante, flores de un día son”. El FREPASO continúa existiendo liderado por Carlos “Chacho” Álvarez y Graciela Fernández Meijide que luego de ser elegida senadora por la ciudad de Buenos Aires, decidió pasar a provincia y dar la pelea por una diputación en esa jurisdicción, baluarte de Eduardo Duhalde, gobernador de la provincia de Buenos Aires y el peronista mejor posicionado para la candidatura a presidente de su partido para 1999.
En julio de 1997 el FREPASO y la UCR formaron una alianza para las elecciones legislativas de octubre de 1997 y las presidenciales de 1999. El 26 de octubre la Alianza opositora obtuvo un resonante triunfo sobre el oficialismo, al que venció en Capital (62 a 17), en Provincia de Buenos Aires por más de 10 puntos y en todo el país por algo más de un punto aún sin contar las provincias en que el FREPASO y la UCR no conformaron la Alianza y fueron por separado. Por primera vez en la era menemista se recompuso el concepto de oposición. En Octubre de 1999 Fernando de la Rúa, candidato de la Alianza, vence a Eduardo Duhalde, candidato del peronismo. Exactamente un año después, en octubre del 2000, Carlos “Chacho” Álvarez, vicepresidente de la Nación, renunció a su cargo por discrepar con la metodología usada por el gobierno de De la Rúa para conseguir el OK del Congreso para hacer aprobar reformas laborales (directamente, el Ministerio de Trabajo sobornó a varios senadores). Este gesto fue considerado por sus seguidores una muestra de la cabal integridad moral de Álvarez. Pero un grupo aún mayor de personas lo vio como una muestra de irresponsabilidad ejecutiva por parte del Chacho.
Llegamos a principios del 2001 con el país completando un tercer año sin crecimiento económico o hasta con crecimiento negativo. Para los que no son versados en macroeconomía, el crecimiento del PBI de un país no debería bajar del 5 % anual para poder mejorar la situación de la gente –pensemos que la población aumenta vegetativamente año a año-. Tres por ciento es lo mínimo. Cero o negativo, es empobrecerse sensiblemente. Eso le pasó a la Argentina tres años seguidos.
El año comenzó con el Estado prácticamente en cesación de pagos. El gobierno consiguió de los organismos internacionales un enorme crédito, que denominó “blindaje” para cerrar las cuentas. Fue vendido a la gente como la solución, cuando no era más que un parche, un ganar tiempo, solo eso. Y el tiempo ganado fue mucho menos que lo que la enorme suma permitiría. En apenas dos meses debió renunciar el ministro de Economía, José Luis Machinea, que fue sucedido por Ricardo López Murphy.
Murphy propuso un plan de ajuste súper ortodoxo, o sea, reducir todo al mínimo, cortando el dinero federal a las provincias y los fondos a educación, entre otras cosas. La típica receta del FMI. Los gobernadores, verdaderos detentores del poder en una República federal se le tiraron con los tapones de punta, como decimos en el fútbol. A ellos se sumaron todos los gremios de la educación y los estatales. El ajuste del novel ministro fue anunciado un viernes a la noche, cuando simbólicamente se descargaba sobre Buenos Aires un feroz temporal. El lunes al medio día el ministro estaba renunciando, tal la fuerza opositora que su plan desencadenó.
Se comenzaron a correr rumores de que el propio presidente De la Rúa renunciaría. Fernando, sabiendo que le quedaba una única carta más antes de verse obligado a renunciar, puso de ministro a Domingo Cavallo, ex presidente del Banco Central durante el gobierno militar y ex súper ministro de Economía durante las presidencias de Carlos Menem.
Cavallo asumió hace dos días, puso quinta y sacudió la modorra que caracteriza todo lo que rodea a De la Rúa. No sólo el destino del presidente se juega con la gestión del economista cordobés, la propia suerte del país va en el mismo avión. Si Cavallo fracasa, nos fuimos todos al carajo. Si tiene éxito en reactivar la economía, será por aclamación popular el próximo presidente de los argentinos en el año 2003.
Una cosa diferencia esta crisis de muchas otras que ha sufrido este país.
Así, llegamos al día de hoy, en que termino de escribir estas líneas y me recuesto hacia atrás, dejando el teclado en silencio por un minuto. Para rendir un humilde homenaje a los miles de desaparecidos generados por el aniversario que hoy no podemos ni queremos evitar recordar. A los miles de desaparecidos que al día de hoy no tienen un monumento que los recuerde en Buenos Aires (hay algunos específicos, a los abogados desaparecidos, por ejemplo, pero no uno colectivo, para todos como conjunto). A los miles de desaparecidos que –nunca lo olviden- sólo morirán del todo si nosotros los olvidamos.
X años nació en el 1999, cuando tomaba una ducha para ir al trabajo en San Pablo. En ese momento escuché por la radio que una encuesta realizada el 6 de agosto en las calles de Hiroshima, había obtenido como resultado que un porcentaje abrumadoramente alto de jóvenes de esa ciudad no sabían que aniversario se recordaba ese día. Esto me golpeó muy duro. Algo debemos hacer para combatir el olvido, la desmemoria, me dije. Y pensé en un ciclo por Internet, que recordara a las personas hechos que a mi criterio no debían ser olvidados. Hitos fundamentales de nuestra historia como especie cuyo extravío en la memoria me resulta, a mí al menos, inadmisible. Por eso el ciclo nació un 6 de agosto y con un poema de Vinicius de Moraes sobre la bomba atómica que explotó en Hiroshima.
Índice
- Alemania Comunista permite la emigración a Occidente
- Alzamiento del gueto de Varsovia
- Antonio Somoza es derrocado en Nicaragua
- Asesinato de Leon Trotsky
- Asesinato de Yitzhak Rabin
- Asesinato de Zelmar Michelini
- Ataque japonés a Pearl Harbour
- Atentado contra la vida de Lenin
- Atentado terrorista en las Olimpíadas de Munich
- Batalla de Adrianópolis
- Batalla de Balaklava (Carga de la Brigada Ligera)
- Batalla de Crecy (Guerra de los Cien Años)
- Batalla de El Alamein
- Batalla de Hastings
- Batalla de Inglaterra
- Batalla de Lepanto
- Batalla de Poitiers
- Batalla de Stalingrado
- Batalla de Trafalgar
- Batalla de Waterloo
- Batalla del Marne - Primera Guerra Mundial
- Batalla del Somme - Primera Guerra Mundial
- Cae el Muro de Berlín
- Casi muere accidentalmente Franklin Delano Roosevelt
- Comienza el sitio de Leningrado en la Segunda Guerra Mundial
- Comienza la guerra de Yom Kippur
- Comienza la Segunda Guerra Mundial
- Conferencia de Munich en 1938
- Culmina el juico a la dictadura militar argentina
- Derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala
- Desembarco aliado en el sur de Italia
- Desembarco en Normandia
- EE. UU. compra Alaska
- EE. UU. conquista Puerto Rico
- EE. UU. invade Corea del Norte
- El Ejército Rojo libera los últimos prisioneros en Auschwitz
- El Guernica retorna a España
- El parlamento soviético ilegaliza al Partido Comunista
- El Vesubio destruye Pompeya y Herculano
- Es asesinado Anwar El-Sadat
- Es asesinado Ernersto Guevara
- Es demitido de su cargo de ministro de la URSS Georgi Zhukov
- Es descubierta la tumba de Tutankhamen
- Es ejecutado Pierre Laval
- Es guillotinada Marie Antoinette
- Es guillotinado Maximiliano Robespierre
- Es liberado el coronel Juan Domingo Perón
- Esderrocado Juan Domingo Perón
- Europa Occidental adopta el Calendario Georgiano
- Explosión de bomba atómica en Hiroshima
- Explosion de bomba atómica en Nagasaki
- Explota el volcán Krakatoa
- Final del Campeonato Mundial de Fútbol en Maracaná
- Francisco Pizarro asesina a Atahualpa
- Franco se alza contra la República Española
- Franklin Delano Roosevelt es elegido presidente por cuarta vez
- Genocidio armenio
- Genocidio de Nanking - China
- Genocidio del Khmer Rouge en Camboya
- Genocidio en Ruanda
- Golpe de estado en Chile
- Golpe de estado en Uruguay
- Golpe militar en Argentina
- Hassan invade el Sahara Occidental
- Hitler intenta un golpe de estado
- Inflación en Alemania en 1923
- Intento de golpe de estado contra Gorbachev
- Intentona de golpe militar en España - Tejerazo
- La dictadura brasileña amnistía a los presos políticos
- La URSS derriba un avión civil coreano
- La URSS invade Checoslovaquia
- La URSS ordena la represión de manifestaciones en Hungría
- Los EE. UU. arrasan la aldea de My Lai en Vietnam
- Los nazis matan decenas de niños en Paris
- Louis XVI es hecho prisionero en Varennes
- Mac Arthur reconquista Filipinas
- Manifestación por los derechos gay en NuevaYork
- Marcha de Musolini sobre Roma
- Marcha sobre Washington - discurso de Martin Luther King
- Masacre de argelinos en París
- Masacre de la plaza Tian an Men Pekín - China
- Masacre de Tlatelolco
- Masacres de Lídice (Checoslovaquia)y Oradur sur Glane (Francia)
- Masacres de Sabra y Chatila
- Matanza de protestantes en Francia
- Muere Astor Piazzolla
- Muere Bartolomé de las Casas
- Muere Charles De Gaulle
- Muere Denis Diderot referente de la "Iluminación"
- Muere Francisco Quevedo
- Muere Francois Mitterrand
- Muere Gengis Khan
- Muere Jean Moulin héroe de la resistencia francesa
- Muere Mao Tse Tung
- Muere Pablo Casals
- Muere Pablo Neruda
- Muere Roberto "Polaco" Goyeneche
- Muere Winston Churchill
- Mussolini agradece a Hilter su liberación
- Nace Jorge Luis Borges
- Nace Julio Cortazar
- Nace Raul Silva Henriquez
- Napoleón entra en Moscú
- Napoleón se autoproclama emperador
- Noche de los Cristales Rotos
- París es liberada de la ocupación nazi
- Plebiscito que abre el camino de Hitler al poder en Alemania
- Primer atentado contra la vida de Hitler
- Razia nazi en el Velódromo de Invierno en París
- Recate irsaelí en Entebbe - Uganda
- Rendición de Italia en la Segunda Guerra Mundial
- Revolución Rusa
- Sartre renuncia al comunismo
- Se aprueban en Alemania las leyes de Nuremberg
- Se comienza a construir el Muro de Berlín
- Se completa la primera circunvalación del planeta
- Se descubren las cavernas de Lascaux
- Se firma el tratado de no agresión entre la URSS y la Alemania nazi
- Se proclama el Acta Institucional 5 (AI-5) en Brasil
- Se proclama la Declaración de los Derechos del Hombre
- Se proclama la independencia de Vietnam
- Se roban la Mona Lisa del Louvre
- Se suicida Getulio Vargas
- Se suicida Herman Goering
- Se suicida Rudolf Hess
- Secuestro de Adolf Eichmann en Buenos Aires
- Son asesinados Sacco y Vanzetti
- Son ejecutados los condenados en el juicio de Nuremberg
- Stalin invade Lituania
- Tenochitlán cae en manos de Hernán Cortés
- Termina la dictadura de Augusto Pinochet
- Termina la Primera Guerra Mundial
- Termina la Segunda Guerra Mundial
- Tragedia del ballenero Essex
- Un incendio destruye Londres
- X años este día - Epílogo
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